El miedo a acudir al dentista está extendido entre la población de todas las edades. Este miedo infundado hace que a veces, lo que sería un pequeño problema oral con fácil solución, aumente hasta complicarse y necesitar tratamientos más complejos y costosos. Una de las formas de evitar tensiones innecesarias en la consulta dental, son las técnicas de relajación y sedación. Te contamos cómo facilitamos una experiencia del paciente placentera y sin ansiedad.
Sedación consciente
No se debe confundir la sedación consciente con la anestesia local aplicada en determinados tratamientos. Son dos técnicas diferentes que consiguen resultados diferentes. En la sedación consciente, se aplican sedantes de forma controlada al paciente, para que éste entre en un estado de relajación, pero nunca llega a perder el conocimiento. Para la aplicación de la sedación, siempre ha de estar presente en la sala un profesional que sepa cómo vigilar adecuadamente el estado del paciente en todo momento. En general, se puede aplicar en cualquier tratamiento y en cualquier persona, aunque siempre se realiza un estudio previo de las condiciones de salud del paciente.
Sistema KitCalm y experiencia del paciente
Como ya hemos visto, la sedación consciente relaja el cuerpo del paciente sin llegar a dormirlo. Sin embargo es una técnica que a algunos pacientes les produce, contrariamente, más ansiedad por miedo a no controlar la situación. En nuestra clínica dental de Linares, utilizamos el sistema KitCalm. Es un dispositivo electrónico y portátil que el paciente puede tener en su mano durante cualquier intervención y que cuando pulsa, emite una señal luminosa y acústica que avisa al dentista de la situación.
Siempre hay que pensar que el dentista es un profesional dedicado a mejorar y cuidar el estado de salud de la boca de sus paciente. Por ello, nadie debería temer el acudir a una consulta. No obstante, si sientes un miedo irracional, pregunta a tu dentista acerca de los métodos de relajación y no te preocupes por nada.
